Bienes desamortizados en Piquera con la Ley de Pascual Madoz

Publicado el 19 de agosto de 2007
Por Salvador Barrio Onrubia

Definición de desamortización

La desamortización es un concepto jurídico por el que se define la transformación que el Estado hace de la propiedad fija (propiedad que no puede cambiar de titular) y estancada (reservada a ciertas personas o entidades como si fuese un monopolio) en propiedad libre y circulante. Por ella, los bienes inmuebles, censos y demás derechos reales de las manos muertas (poseedores de una propiedad, en quienes se perpetúa el dominio por no poder enajenarla) pasan a otras que las hagan circular. En definitiva, con la desamortización se pretende el dinamismo en la propiedad para una mejor gestión y un mayor provecho social. Con los procesos desamortizadores, además, se pretendía obtener dinero para paliar la deuda pública.

Recapitulación histórica de procesos desamortizadores

Durante la Edad Media ya se producen algunos procesos de desamortización pero casi siempre convenidos entre el poder civil y el eclesiástico.

Algo similar sucedió ya en la Edad Moderna con Santuy, y otras localidades españolas, cuando el rey Felipe II de acuerdo con el Papa Gregorio XIII desmembró el señorío eclesiástico de esa villa para venderlo posteriormente a Jerónimo de Quincoces. En países como Alemania este proceso se realizó de forma violenta, pues con la Reforma protestante los príncipes alemanes se apropiaron de bienes eclesiásticos.

Las ideas de la Revolución francesa y otras particulares de cada país completaron el despojo que había empezado la Reforma.  En la primera década del siglo XIX, en el reinado de Carlos IV, estando Godoy de valido, se procedió a desamortizar, entre otros, bienes que habían sido de la suspendida Compañía de Jesús.

También hubo problemas durante el corto reinado de José Bonaparte, en el que se confiscaron rentas, que no supusieron la supresión de la propiedad, ya que fueron devueltos  los bienes al finalizar la guerra, en 1814.

Siguiendo el trascurso histórico, vamos a ver las dos amortizaciones más conocidas en España: las que promovieron con sendas leyes los ministros Juan Álvarez Mendizábal y Pascual Madoz, aunque luego fue gestionado el proceso desamortizador por otros ministros.

La desamortización de Mendizábal  promulgada en 1836 se centró principalmente en los bienes adscritos al clero regular (el clero que se rige por unas reglas, el clero de los conventos y monasterios). Esto supuso la supresión de muchos monasterios y la secularización de sus frailes. También ocasionó que se perdiesen innumerables objetos artísticos y monumentos, paliado en parte con la creación de museos provinciales y comisiones de monumentos.

La desamortización de Madoz del año 1855  hizo más ahínco en el proceso anterior y lo completó con la desamortización de los bienes gestionados por el clero secular (el que está en contacto con el siglo, con el mundo; el clero de las parroquias) y por los ayuntamientos. Según esta ley estaban excluidos expresamente del proceso desamortizador los palacios donde residían los obispos y las casas donde residían los curas párrocos, además de sus jardines o huertos anejos.  (Texto de esta Ley en: http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01371307011274801870035/p0000001.htm)

Entre estas dos últimas desamortizaciones, el año 1851, se firmó un Concordato con la Santa Sede por el que la Iglesia española renunciaba a los bienes incautados a cambio de una consignación perpetua para el sostenimiento del culto y clero.

La desamortización en Piquera

 De las dos últimas desamortizaciones, la de Mendizábal no debió tener ninguna influencia en Piquera, ya que estaba centrada en los bienes del clero regular y no había ningún convento o monasterio en nuestro pueblo. Tampoco tenemos noticias de propiedades de ninguna comunidad religiosa dentro de nuestro territorio.

Sí tenemos constancia de los bienes desamortizados a consecuencia de la Ley de Madoz, de 1 de mayo de 1855; en Piquera son los que se presentan a continuación. 

Bienes eclesiásticos desamortizados en Piquera

Se presentan al final de este apartado unas fichas con la relación de bienes eclesiásticos desamortizados en Piquera que se sacaron a subasta pública. Estos datos los hemos obtenido de unos Boletines de Ventas de Bienes Nacionales de la Provincia de Soria que se conservan entre los papeles del antiguo ayuntamiento de Piquera. (Aprovecho la ocasión para agradecer al alcalde de Piquera, don Abel Rupérez Fernández, las facilidades y confianza que me ha dado para poder consultar estos boletines. También suplico a quien le competa que mandé organizar y catalogar los fondos documentales de este y otros muchos pueblos, pues sino se perderán sin remisión).

En estos boletines constan las referencias a las leyes de 1º de mayo de 1855 (Ley desamortizadora de Madoz) y de 11 de julio de 1856 (en la que se regulan qué montes  pueden ser desamortizados). Estas referencias son las que me ha permitido intuir  y posteriormente concretar la identificación de esos boletines impresos.

Aunque muchas de las entidades aquí mencionadas, que sufren la desamortización, están radicadas fuera de Piquera, las propiedades, salvo en los casos concretos que se indican en cada ficha, están ubicadas en el territorio de este pueblo.

Prácticamente  todas las heredades que se subastaron estuvieron en renta hasta el momento de la subasta, según se puede observar en una relación que apareció en otro boletín, el Boletín Oficial de la Provincia de Soria de 6 de febrero de 1866; mostramos en un apéndice final una tabla con todas las heredades radicadas en Piquera, relacionadas en dicho boletín de la provincia.

La Ley establecía dos categorías según la valoración de las heredades:

·        De mayor cuantía, que eran subastadas simultáneamente en la cabeza del partido judicial (El Burgo de Osma), en la capital de la provincia (Soria) y, además, en la capital de la Monarquía (Madrid).  En esta categoría únicamente está incluida la heredad desamortizada del Curato del Rivero; y

·        De menor cuantía,  que se subastaba simultáneamente en los dos primeros sitios indicados en el punto anterior y en esta categoría están incluidas las restantes heredades.

Sobre una ficha en blanco, con el formato que se ha utilizado para recoger los datos de todas las convocatorias de subasta, se explican los datos de cada uno de los campos que pudiera presentar alguna duda.

 Vamos  a hacer ahora un breve comentario relativo a los  titulares de las heredades que se desamortizaban, y de las cuales se habían servido para obtener los recursos económicos necesarios  para satisfacer las tareas que tenían encomendadas, a través de la siguiente tabla:

Para evitar malos entendidos, debemos decir que en la tabla anterior hay edificios, cargos y entidades que en absoluto eran desamortizados; lo eran las propiedades que hasta entonces estaban adscritos  a esos edificios, cargos y entidades para obtener los recursos  económicos que les permitiesen cumplir con los fines que tenían asignados.

También tenemos que hacer una pequeña explicación con respecto a las unidades monetarias con que se especifican las cantidades de Renta, Capitalización y Tasación:

A pesar de lo indicado en la tabla anterior, hay que advertir que sólo hay valoración con la moneda oficial en vigor en aquellos momentos (la peseta) en un único caso, que se corresponde con la última subasta convocada.

Fichas con los datos de las convocatorias de las subastas

Bienes civiles desamortizados en Piquera

En los boletines, donde nos hemos documentado, hay convocada una subasta que a primera vista pudiera parecer que correspondía a propiedades eclesiásticas, pero se indica expresamente “BIENES DEL ESTADO”, por lo que optamos por incluir esta ficha en el apartado de bienes civiles desamortizados.

 Con esta Ley de Madoz también se desamortizaron los baldíos (terrenos pertenecientes a la Corona que no habían sido asignados por concesión real y que, por tanto, estaban disponibles para la utilización pública y eran susceptibles de ser utilizados por los pueblos para pastos, principalmente). En estos boletines no hemos encontrado ninguna convocatoria de subasta de baldíos, por lo que suponemos que la Hacienda Pública llegó a algún tipo de acuerdo con los pueblos por el que se cambiaba la titularidad de las tierras baldías y seguían con el usufructo de esas tierras las mismas personas que lo habían estado haciendo hasta entonces; este cambio pensamos que  tendría como coste una cantidad dineraria bastante asequible. Este parece ser el origen de las Sociedades de Baldíos que en Piquera, según el Padrón de Riqueza Rústica y Pecuaria del año 1957, eran las siguientes: 

·        Baldíos de La Roza,

·        Sociedad de Baldíos de Cantalgordo,

·        Sociedad de Baldíos del Castro,

·        Sociedad de Baldíos de Cuestainesta y

·        Sociedad de Baldíos de San Antón.

Apéndice

Nos hemos permitido la corrección de algún pequeño error, marcado con distinto color de fondo, que presumimos que no fue detectado en el momento de su publicación.