MORCUERA

Esta población ubicada al sureste y este del término de Piquera, antiguamente se llamaba La Morcuera. Aparece citado este pueblo, como "aldea de San Esteban de Gormaz", en un documento del año 1256 que se encuentra catalogado en la Colección Diplomática del Real Convento de Santo Domingo de Caleruega. Algo más de un siglo después, el 21 de febrero de 1388, la reina Beatriz de Portugal, segunda esposa de Juan I, autorizó a los vecinos de San Esteban para que pudiesen buscar un mediador con el fin de solucionar el litigio sobre pastos que mantenían con Morcuera. Por esta localidad también trascurre la ruta turística de los caminos del Cid.

El gentilicio de los nacidos en Morcuera es morcueranos y la significación de su topónimo hay que explicarla como proveniente del castellano de origen latino morcuero, o montón de piedras sueltas; aunque hay quien la deriva de la voz celta mora (= cerdo, embutido de matanza).

Hay indicios de poblamiento desde la Edad del Bronce Antiguo en el cerro Balluncar. También en su término se hallaron restos de un poblado de la cultura celtibérica por la zona de La Lagunilla. Dentro de su territorio están los despoblados de Quintanasecas (que tiene nombre de origen romano y se ha adscrito a la época del Alto Imperio y que a partir de la Edad Media perteneció al obispo de Osma, al igual que Santuy) y El Villar (también con nombre y restos arqueológicos romanos, de estos últimos se pueden contemplar gran cantidad de tégulas).Igualmente se han catalogado restos materiales asignados a la época de la dominación visigótica.

Separadas del pueblo hay dos ermitas, San Roque y La Soledad, bien conservadas. Antiguamente hubo una ermita dedicada a San Sebastián que quizá fuese la que hoy tiene el título de La Soledad.

También tiene una iglesia bajo la titularidad de la Asunción de Nuestra Señora con portada románica. En 1572 Francisco de Logroño talló en estilo romanista su retablo mayor, ya desaparecido, a excepción de las tallas de la Dolorosa y San Juan del Calvario que formaban parte de aquél.

Por lo que se refiere a la orfebrería, el platero de El Burgo Jorge de Ortega (padre) hizo un cáliz en 1609 también con estilo romanista. El también platero de El Burgo Juan Vallés realizó en 1590 una manzana para la cruz parroquial. Otro platero arandino apellidado Manrique realizó una concha bautismal para la parroquia de este pueblo en la primera mitad del siglo XVIII. También llama muchísimo la atención en esta parroquia un precioso relicario con restos de Santa Teresa.

Dentro de su término está el Alto de la Moratilla (a 1063 metros sobre el nivel del mar), uno de los siete primeros vértices geodésicos de primer orden de la provincia de Soria, que se establecieron a finales del siglo XIX como consecuencia de la aplicación de la geodesia para el diseño de mapas. No hay que confundir este alto con otro del mismo nombre situado en el Monte de Santuy, entre Torraño y Piquera.

Tiene gran cantidad de sabinas llamadas aquí, como en toda la provincia de Soria, enebros.

Está incluido en el ayuntamiento de San Esteban de Gormaz desde 1972.

En este pueblo nació el 14 de abril de 1900 el fotógrafo Tiburcio Crespo Palomar, que durante los años de las décadas de 1920 hasta principios de la de 1950 realizó un considerable número de fotografías de la vida cotidiana, fiestas, monumentos, etc. de Soria y su provincia. Estas fotografias fueron incluidas en el archivo de laboratorios Carrascosa (la empresa en la que trabajaba) y, a su vez, fueron depositadas en el Archivo Histórico Provincial de Soria. Asimismo trabajó con cinematográfos, obteniendo carnet para manipular estos aparatos el 29 de septiembre de 1931, también había hecho alguna grabación cinematográfica que se conserva en dicho archivo. A partir de la década de 1950 trabajó por su cuenta y murió en Soria el 7 de junio de 1981. Durante la Guerra Civil había sufrido un expediente de incautación de bienes y la muerte de su hermano Pío que luchó en el Bando Nacional.

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