AVES EN PIQUERA

Publicado el 10 de diciembre de 2002
Última ampliación:  09 de abril de 2005
Por Jorge Polo

ABEJARUCO COMÚN

(Merops apiaster)

Abejaruco

             Una de las aves más vistosas de Europa, su plumaje multicolor combina tonos azulados en el vientre, pardos, verdes y amarillos en el dorso, garganta amarilla, antifaz negro y unos ojos de un rojo intenso. De tamaño algo menor que una paloma, su elegante vuelo con frecuentes quiebros a la caza de insectos voladores (entre ellos las abejas, que le dan nombre) recuerda el de una cometa. Si añadimos a ello una penetrante voz (“truiic” “truiic”) audible a grandes distancias, nos encontramos ante un ave inconfundible.

            Invernante en África, permanece en la Península Ibérica en primavera y verano. Puede verse volando en grupos, posado en puntos con buena visibilidad (postes, cables, ramas despejadas) o cercano a los nidos, profundos túneles excavados en taludes o cortados de tierra con un pequeño orificio de entrada.

Foto tomada en Piquera

            En Piquera, podemos encontrar nidos en las bodegas (algunas de ellas abandonadas) que se encuentran a lo largo del camino de tierra que nace por la parte trasera de la iglesia.


COGUJADA COMÚN

(Galerida cristata)

             Ave de hábitos terrestres perteneciente, junto a la alondra y la calandria, a la familia de las Alaudidae. De tamaño algo mayor que un gorrión y con las alas más redondeadas, presenta tonos pardos, moteado en el pecho y una llamativa cresta de plumas replegable. Su plumaje le proporciona un excelente camuflaje dentro de los eriales y sembrados que frecuenta, aunque también puede verse con facilidad en las orillas y cunetas de caminos y carreteras, así como posada sobre vallados o mojones. Habita en la Península Ibérica durante todo el año y nidifica en el suelo, de marzo a julio.

Cogujada

            En Piquera es fácil verlas en el camino hacia Torremocha y, en ocasiones, permite acercarse a distancias cortas.

GOLONDRINA COMÚN

(Hirundo rustica)

            Es un ave cuyo característico hábito migratorio ha inspirado a poetas como Bécquer o escritores como Oscar Wilde. Su vuelo inquieto y veloz, acompañado de agudos chillidos, obedece a la búsqueda de insectos voladores que atrapa con su pico abierto de par en par a modo de cazamariposas, constituyendo su dieta principal.

Golondrina en el interior de una vivienda

            Muestra tonos negro-azulados y brillantes en el dorso, vientre blanco, garganta rojiza, alas afiladas y cola muy ahorquillada. Sus típicos nidos en forma de bolsa, construidos con barro y paja, abundan en los aleros de los tejados, aunque también se distribuyen en áreas rocosas o debajo de puentes.

            Son muy frecuentes en poblaciones rurales, como lo demuestra su nombre científico. Suelen posarse en cables y postes, a veces en grupos muy numerosos. Llegan a la Península Ibérica en Abril y la abandonan en Agosto para dirigirse a África.

Golondrinas sobre un cable

            En Piquera pueden verse... por todas partes.


TARABILLA COMÚN

(Saxicola torcuata)

            Pájaro de pequeño tamaño y hábito sedentario. Presenta gran diferencia entre sexos. Mientras el macho muestra un llamativo collar blanco, cabeza negra, pecho rojizo y dorso marrón oscuro con alguna mancha blanca en las alas, las hembras tienen tonos pardos o castaños casi en la totalidad del plumaje.

            Le gusta detenerse en posaderos de poca altura (arbustos, cardos altos...) desde donde emite un típico “chac” “chac” mientras se mantiene en posición erguida. Suele habitar llanuras o áreas de cultivo y nidifica en el suelo o en matorrales. Es frecuente verle moverse de un posadero a otro con un vuelo inquieto e irregular. Si le vemos posado en alguna valla paralela a una carretera, podemos comprobar cómo se aleja de nuestro vehículo “a saltos” a lo largo de la misma conforme nos vamos deteniendo y reanudando la marcha.

            En Piquera pueden verse con facilidad en los sembrados por donde discurre el camino hacia Torremocha.


COLIRROJO TIZÓN

(Phoenicurus ochruros)

            Ave inconfundible de tamaño similar a un gorrión. El gris oscuro, casi negro en las alas, de la mayor parte del cuerpo contrasta con el rojizo de la cola y de la raíz de la misma (conocida como obispillo). Una pequeña mancha blanca salpica cada ala, aunque no en la hembra, que además sustituye los tonos negros por otros pardo-grisáceos.

            Habita en áreas rocosas o montañosas y son muy abundantes cerca de construcciones en ruinas (casas, castillos, murallas...), donde puede llegar a construir sus nidos. Es muy inquieto, tanto en vuelo como cuando está posado en zonas algo elevadas, desde donde es típico verlo agitando frecuentemente la cola y encogiendo y estirando todo el cuerpo. Nidifica entre abril y junio.

            En Piquera puede verse en el camino hacia Torremocha y dentro del propio pueblo, merodeando cerca de casas derruidas.


CIGÜEÑA COMÚN

(Ciconia ciconia)

             Ave zancuda de gran tamaño y hábito migratorio, alcanza una longitud de más de un metro y envergaduras de hasta dos metros. El pico y las patas son de un color rojo intenso y el resto del cuerpo es blanco salvo las alas, que son negras. Tiene un elegante vuelo planeador, extendiendo patas y cuello.

            Suele moverse cerca de zonas húmedas, pero pueden verse incluso en vertederos y basureros, a veces en grandes grupos, en busca de pequeños roedores, reptiles e insectos. Escoge para la construcción de sus voluminosos nidos puntos elevados, ya sea grandes árboles, postes de tendido eléctrico o edificaciones, especialmente torres o iglesias, desde donde, al principio de la época de cría (de marzo a junio), es fácil escuchar el golpeteo repetido que realiza con el pico mientras estira el cuello hacia atrás, denominado crotoreo. Acude a la Península Ibérica en enero para volver a África en septiembre.

            Aunque en poblaciones mayores cercanas como Ayllón o San Esteban de Gormaz pueden verse numerosos nidos, actualmente en Piquera no anidan, si bien ocasionalmente puede verse algún ejemplar de paso. Para facilitar su posible nidificación se ha instalado una estructura de hierro sobre un poste en La Vega, camino del cementerio. Esperemos que algún año se animen.


TÓRTOLA TURCA

(Streptopelia decaocto)

            De aspecto similar a una paloma, si bien tiene un tamaño algo menor, una silueta más esbelta y la cola más larga. Predomina en su plumaje un tono claro marrón arenoso, con una cola blanca que extiende en abanico con frecuencia y una característica mancha lineal de color negro a cada lado del cuello.

            Habita tanto en zonas boscosas como monte bajo o cercana a áreas cultivadas e incluso urbanizadas. Le gusta posarse en zonas visibles (ramas altas, vallados, cables...). No es frecuente ver grandes grupos, más bien permanece sola o muy próxima a su pareja (“como dos tortolitos”).

            Este ave supone un sorprendente ejemplo de expansión geográfica en una especie animal. Mientras hasta 1930 habitaba únicamente en Asia y el sureste europeo, con el paso de las décadas ha ido proliferando, sin una clara explicación, en dirección oeste, de modo que en la actualidad puede encontrarse en todo el continente europeo, siendo la Península Ibérica uno de los últimos territorios en ocupar.

            En Piquera podemos observar ejemplares camino de Torremocha o en la carretera que lleva a San Esteban de Gormaz.


VERDECILLO

(Serinus serinus)

            Pequeño pájaro granívoro emparentado con el jilguero y el verderón. Muestra un moteado verde oscuro en el dorso, tonos amarillos vivos en garganta, pecho y una zona de la cara en forma de media luna, así como en la parte más inferior del dorso, denominado obispillo. Tiene además una escotadura en la cola. En vuelo recuerda algo al aleteo de un murciélago y sus alas parecen de tamaño desproporcionadamente mayor con respecto al resto del cuerpo.

Tiene por costumbre permanecer posado largo rato en puntos elevados (postes, cables, copas de los árboles) desde donde emite un complejo canto compuesto por múltiples gorjeos chirriantes que asemejan el ruido de muchas llaves agitándose en un llavero. En vuelo, sin embargo, la voz suele ser un sencillo “chiririp”. Con frecuencia se ven en grupos y son habituales en parques y jardines. Nidifica en árboles y arbustos y está presente en la Península a lo largo de todo el año.

            En Piquera podemos observarlo tanto dentro del pueblo como en todos los caminos de salida.


PETIRROJO

(Erithacus rubecula)

            Es un ave inquieta frecuente tanto en áreas rurales como en parques y jardines de pequeñas y grandes urbes. El principal distintivo de este pequeño pájaro de silueta rechoncha, gracias al cual recibe su nombre, es el color rojo-anaranjado que cubre su pecho, garganta y frente. El resto del vientre es gris claro y el dorso tiene tonos grises más oscuros o incluso parduzcos.

            Suele habitar cerca de matorrales y arbustos, donde tan pronto se oculta como se exhibe en alguna rama o roca bien visibles mientras emite un repetitivo “chip” “chip” y sacude alas y cola de forma espasmódica.

            Nidifica en primavera y principios de verano, construyendo su nido en zonas escondidas de arbustos, muros o incluso en el suelo. Suele permanecer en la Península Ibérica en invierno y primavera para pasar luego el verano en el norte de Europa.

            En Piquera podemos encontrarlo en los arbustos y matorrales de las orillas de los dos ríos cercanos y en ocasiones dentro del pueblo.


CARBONERO COMÚN

(Parus major)

            Ave de pequeño tamaño y llamativo plumaje muy frecuente en todo tipo de bosques y jardines. Tiene la cabeza y el cuello negros, con una amplia mancha blanca en cada mejilla, el dorso con tonos pardo-verdosos y el vientre amarillo, sobre el cual destaca una “corbata” negra, su rasgo más distintivo. Su canto más característico es un repetitivo “tsi-tsi-pan”.

Al igual que el resto de los miembros de su familia (Paridae), es un pájaro muy inquieto, con continuos movimientos en busca de pequeños insectos, semillas y bayas. Con frecuencia podemos verlo en una típica actitud colgado boca arriba de alguna rama.

Suele tener hábitos sedentarios y nidifica de Marzo a Julio, escogiendo oquedades en rocas o árboles o, en muchas ocasiones, casetas anidaderas construidas por el hombre. En Piquera podemos encontrarlo en cualquiera de las arboledas y pinares de los alrededores.


GORRIÓN COMÚN

(Passer domesticus)

            Quizás sea la especie de ave más numerosa en todo el planeta. Aunque se asocia habitualmente a grandes zonas urbanas, también puede verse en bosques, montes y poblaciones rurales, donde comparte hábitat con su pariente el gorrión molinero. 

Existe gran diferencia en el plumaje entre ambos sexos, hecho conocido científicamente como dimorfismo sexual. El macho muestra un color grisáceo en la parte superior de la cabeza, nuca rojiza y un llamativo babero negro. El vientre es gris claro y el dorso y las alas de tonos parduzcos, con una franja blanca. Por otro lado, las hembras, así como los jóvenes de ambos sexos, presentan tonos pardos de forma más uniforme y el pico claro, al contrario que en el macho, donde es negro.

Gorrión macho Gorrión hembra

Es frecuente observar grandes grupos emitiendo un característico “chirp” “chirp”. Suele alimentarse principalmente de granos, aunque en ciudades amplía su dieta a pan, restos de basura, etc. En las ciudades suele ser más confiado con la presencia humana, pudiendo llegar a comer de la mano.

Anida de Abril a Junio en árboles, roquedales y prácticamente en todo tipo de construcción humana. En Piquera, y en casi cualquier sitio, se ven por todas partes.


CERNÍCALO PRIMILLA

(Falco naumanni)

            Se trata de la rapaz diurna de tamaño más pequeño, similar al de una paloma. Los machos tienen la cabeza gris azulada con una tenue bigotera negra, la parte superior parda rojiza, la cola gris y el vientre marrón claro. Son negros el borde de la alas y el extremo de la cola. En la hembra, algo más grande, predominan los tonos pardos moteados. Tiene un aspecto similar al cernícalo vulgar, pero éste presenta más moteado en el plumaje.

            De hábito inquieto y vuelos acrobáticos frecuentes, tiene la costumbre, origen de su nombre, de cernirse en el aire ayudado de cortos aleteos para buscar pequeñas presas en el suelo (insectos, lagartijas, ratones, aves pequeñas...). Emite repetidos chillidos durante el vuelo. Con frecuencia se concentra en grupos grandes y es fácil verlo posado en cables, postes y antenas.

            Anida en oquedades de rocas o edificios a principios de verano. Puede verse en campo abierto, roquedos y áreas urbanas. En Piquera podemos encontrarlo tanto dentro del pueblo como en los alrededores.