Santa Teresa de Jesús pasó por Piquera

Publicado el 10 de diciembre de 2007
Ampliado el 22 de junio de 2012
Por Salvador Barrio Onrubia

Introducción

En este breve estudio se muestran los datos relativos al paso de la famosa santa abulense por nuestro pueblo. Antes de adentrarnos en la cuestión, veremos un muy breve resumen biográfico de la santa reformadora del Carmelo. Después analizaremos los datos que nos ofrecen los escritos de la santa y estudiosos posteriores que intuyen o revelan que Teresa de Jesús transitó por nuestro pueblo. Finalmente conoceremos una curiosa anécdota que coincidió con la fecha de la muerte de nuestra protagonista y su posterior entierro.

Pequeña reseña biográfica

Teresa de Cepeda y Ahumada, que así se llamaba en la vida civil, nació el año 1515 en Ávila y murió el 1582 en Alba de Tormes.

Santa Teresa de Jesús

Pertenecía a una familia noble y en su infancia y adolescencia tuvo afición a la lectura, especialmente de libros de caballería. A la edad de 19 años, impulsada por su vocación religiosa, entró en un  convento de Carmelitas, donde hizo una vida de austeridad ejemplar y gozó de éxtasis durante los cuales creía ver y hablar a su Divino Esposo. Tuvo varias salidas temporales del convento debidas a las enfermedades que padecía, pero al final se instaló definitivamente en la clausura.

 En 1562 se propuso reformar la Orden Carmelita y, seguida de unas cuantas compañeras, fundó en Ávila el nuevo convento de San José, de monjas descalzas. Posteriormente fundó bastantes más, hasta dieciséis, con autorización del Papa, pero no sin antes tener que solventar bastantes dificultades. Aquí tenemos el mapa de todas sus fundaciones, con la indicación del año de asentamiento en cada ciudad.

 Fundaciones de Santa Teresa

Aparte de por su labor fundadora de conventos, destacó como escritora mística con sus obras en prosa, pues las compuestas en verso no han sido tan estimadas por la posteridad en lo que respecta a su valía literaria. Entre sus escritos se encuentran: El camino de perfección, Castillo interior (o Las Moradas), una Autobiografía, el Libro de las fundaciones y multitud de Cartas. Las dos últimas obras citadas nos ofrecerán algún dato en el estudio que estamos abordando.

La Iglesia ha reconocido toda su valía con:

Su paso por Piquera

La fundación del Convento de la Santísima Trinidad, en Soria, está documentada en los escritos de la santa (Fundaciones, capítulo XXX y carta a la Madre María de San José, priora de Sevilla, desde Villacastín, el 5 de septiembre de 1581). La fundación de este convento se solemnizó el día de San Eliseo (14 de junio) de 1581, y después Santa Teresa tuvo que realizar diversas gestiones relativas a dicha fundación, saliendo de Soria el día 16 de agosto con destino a la ciudad de Segovia.

La fundación de Soria está recogida por el historiador Loperraez, pero errando el año, pues lo sitúa en el 1582, un año después de el que fue en realidad (Descripción Histórica del Obispado de Osma, con sus prelados, tomo II, pág. 138).

Contrariamente al viaje que había hecho desde Palencia hasta Soria, en varios coches, en el que llevaba la compañía de un nutrido grupo de personas entre monjas, clérigos y personal de servicio, en este viaje desde Soria hasta Segovia acompañaban a la santa en un vehículo más  humilde, un carro,:

En una nota que pone Antonio de San José, estudioso de la vida y obra de esta santa, comentando una carta de la fundadora dirigida a la Madre María de San José, priora de Sevilla, dice:

Salió de Soria dando hermosos pasos esta hija del Príncipe a 16 de agosto, como dicen nuestra Crónica y el señor Yepes. Este, en una relación que envió a fray Luis de León, y después se insertó en sus informaciones, jurándola su ilustrísima afirma que la encontró en Osma, donde la confesó y comulgó dos voces. Según esto debemos decir, que gastando para llegar al Burgo dos días, que en carro son precisos, entró en aquella villa el día 17, por lo menos estuvo el 18 en ellas, si no fué el 19 tambien por las dos veces que allí comulgó. Pero dando que el día fuese el de la partida, el 19 salió para Segovia.

Entró en este convento día 23, como dice la Santa en sus Fundaciones (Fundaciones : capitulo xxx, número 8), y en una Carta del tomo siguiente. Cinco días, ó á lo más seis según esta cuenta, le quedaban para el camino de Segovia , que desde Soria en derechura por Osma, San Esteban, Ayllón y Sepúlveda dista treinta y dos leguas a lo menos, que para andarlas en carro unas religiosas tan modestas, nada sobra de los cinco días, y con los rodeos, yerros y trastornos de el carretero gracioso que allí pinta la Santa, aunque gastasen los seis, no sería mucho.
.......” 

Otros estudiosos posteriores, Efrén de la Madre de Dios, O.C.D. y Otger Steggink, O.CARM., vuelven a analizar estos avatares de la santa en su libro Tiempo y Vida de Santa Teresa. Comentando el trayecto posterior a su salida de El Burgo de Osma dicen:

“Este viejo camino casi coincide con la actual carretera nacional n.110. El trayecto parece recorría los siguientes lugares: Atanta, Piquera, paso del río Pedro, Ayllón, Francos, Villacorta y Riaza, dejando a su izquierda la ermita de Nuestra Señora de Hontanares, Santo Tomé del Puerto, Matabuena, La Salceda, Torrecaballeros y Segovia. Antonio de San José apunta el trayecto de Osma, San Esteban, Ayllón y Sepúlveda (Cartas de Santa Teresa III 82 n.3). Es una indicación incompleta y confusa. Iba por Sepúlveda el camino de los carros; pera la Santa advierte que tomaron otro.
......”

Cuando estos autores citan Atanta se refieren, lógicamente, a Atauta, posiblemente por una mala trascripción de sus notas de trabajo. He observado que estos autores siguen muy a menudo la obra de  Fernando Colón Descripción y Cosmografía de España (una obra que se empezó a compilar 44 años antes del paso de la santa por nuestra tierra, en la que se describen los caminos por los que después, sin ninguna duda, anduvo nuestra protagonista) para reconstruir los itinerarios realizados por la santa. Sin embargo en esta Descripción no se indica que el camino desde San Esteban hasta Ayllón pase por Atauta, y sí por Aldea, Peñalba y Piquera, ignoro el motivo por el que señalaron que pasó por Atauta pues no está indicado en su estudio; en cualquier caso, el paso por Piquera no ofrece ninguna duda.

Teodoro García García cuenta en sus libros El Señorío de Ayllón e Historia y Tradiciones de Ayllón y suTierra que es muy posible que Santa Teresa estuviera en Ayllón un par de días (19 y 20 de ese mes de agosto de 1581) y que se alojaría en la hospedería del Convento de San Francisco, de dicha villa. La imagen, que se muestra a continuación, es de la última hospedería que se edificó en este convento y es residencia del actual propietario del recinto conventual; la santa se hospedaría en un edificio construido antes que éste, ya que hay noticias de que la edificación de este módulo se realizó con posteridad a la fecha del paso de Teresa de Jesús por estas tierras. 

En el siguiente mapa podemos ver el viaje realizado por la santa desde Palencia hasta Soria (para fundar aquí un convento, indicado el sentido con flecha verde) y el posterior traslado desde esta ciudad hasta Segovia (pasando por Piquera, indicado con flecha azul).

Viaje desde Palencia hasta Soria y Segovia

Efrén de la Madre de Dios y Otger Steggink también refieren un pequeño incidente que sufrió otra persona que había efectuado el camino inverso al que había realizado Santa Teresa:

 “Luis del Sacramento refiere su camino a Osma por estos parajes en tiempo de invierno. De Ayllón le encaminaron a otro lugar (Piquera): «guió el jumento hacia allí, y como no sabia el camino llegó a un arroyo (río Pedro) que por las muchas aguas iba muy hondo, y en este arroyo había una puentecilla angosta....» Se le quebró el puente, atascósele el jumento, y  mientras este se le hundía, él se asía a las yerbas para no ser arrastrado (cf. BAC t.20 p.387).”

Recapitulando. Según las noticias que acabamos de ver, el día que pasaron por Piquera fue el 19 de agosto de 1581, el mismo que salieron de El Burgo de Osma. Venían de San Esteban, pasando por Atauta, y se dirigían a Ayllón, después de haber pasado por Santuy.

 A continuación podemos ver la hoja del calendario que se corresponde con aquellos días. 

El mes que pasó Santa Teresa de Jesús por Piquera 

Unas notas curiosas

Carlos Fisas en su libro Historias de la Historia titula un capítulo: “Santa Teresa de Jesús murió un 4 de octubre y fue enterrada el día siguiente, el 15 del mismo mes”. Cita como su fuente de información a Vicent Joaquín Bastus y Carrera en su libro La sabiduría de las naciones (vol. I, Barcelona, 1862). Vamos a explicar lo que cuenta sin recurrir a demasiados tecnicismos.

Antes de Julio Cesar todos los años eran de 365 días. Un año es teóricamente lo que tarda la Tierra en dar una vuelta completa alrededor del Sol, pero en la práctica tarda 5 horas, 48 minutos y 48 segundos más que esos 365 días. Por eso cada cuatro años se retrasaba casi un día. Para corregir esa anomalía, Julio Cesar mandó añadir un día cada cuatro años, estableciendo así el calendario que se ha dado en llamar juliano.

Los romanos tenían otro sistema muy distinto al nuestro para numerar los días del mes; nosotros los numeramos desde el 1 hasta el 28, 29, 30 ó 31; y ellos observaban otras reglas más complejas. Tenían unas fechas fijas cada mes:

a partir de estas fechas fijas contaban los días. Así decían: el cuarto día antes de los idus de marzo, o el segundo día después de las calendas de febrero, o el día de las calendas de tal mes (que se correspondía con el primer día de ese mes)

Ese día que mandó añadir Julio Cesar en su calendario se introdujo como un día bis, el bis sexto antes de las calendas de marzo. Este día sexto (antes de las calendas ......) se corresponde con nuestro 23 de febrero, y el bis sexto (antes de las calendas ......)  con nuestro 24 en los febreros que tienen 29 días. El nombre de los años bisiestos proviene precisamente de este día bis sexto, o sexto bis.

Esta corrección hubiera sido perfecta si la Tierra en su orbita alrededor del Sol gastase 6 horas justas más, aparte de los 365 días, pero ya hemos visto que es algo menor, 11 minutos y 12 segundos. O sea que con ese sistema de medición del tiempo, cada cuatro años se adelantaba 44 minutos y 48 segundos, que en 400 años era algo más de tres días. Por eso en tiempos de Gregorio XIII se armonizan el año civil y el año solar estableciendo que:

Este nuevo calendario se llamó gregoriano en honor al Papa que dispuso su utilización.

El día que se decidió que sería ultimo día del calendario juliano fue el 4 de octubre de 1581 (precisamente el día que murió Santa Teresa de Jesús) y al día siguiente se iniciaba el calendario gregoriano con el día 15 del mismo mes y año (el día que recibió entierro la santa). Y precisamente este día 15 de octubre es el que se ha fijado como la fecha que honra la festividad de la santa. 

Podemos ver gráficamente como quedó ese mes de aquel año en la hoja del calendario.

Final del calendario juliano y principio del gregoriano 

El calendario gregoriano fue admitido inmediatamente en España, Portugal e Italia; algo más tarde en los demás países católicos; en Alemania, en el año 1700; en Inglaterra, en 1752, y en Suecia, en 1753. En Rusia fue aceptado en 1918, dándose la curiosidad de que con el nuevo calendario se conmemora la Revolución de Octubre en el mes de noviembre, debido al ajuste de fechas para adaptarse al nuevo calendario. Grecia, con todas las demás comunidades de religión ortodoxa griega, se adhirió a este calendario en 1923.


Bibliografía

Antonio de San José; Cartas de Santa Teresa de Jesús; Imprenta y Librería de Joseph Doblado, Madrid, 1771. Consultados los tomos III y IV.

Carlos Fisas; Historias de la Historia; Planeta, Barcelona, 1983.

Efrén de la Madre de Dios, O.C.D. y Otger Stegginnk, O. CARM.; Tiempo y Vida de Santa Teresa; Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1996, tercera edición corregida y aumentada. A este libro pertenecen los dos mapas que acompañan este estudio.

Fernando Colón; Descripción y Cosmografía de España; Padilla Libros, Sevilla, 1988.  Es una edición facsímil de la Sociedad Geográfica Imprenta del Patronato de Huérfanos de Administración Militar, Madrid, 1910.

Juan Bautista Loperraez Corvalán; Descripción histórica del obispado de Osma, con el catálogo de sus prelados; Imprenta Real, Madrid, 1788; 3 tomos. 

Juan de Palafox y Mendoza; Cartas de Santa Teresa de Jesús; Imprenta del Mercurio, por Joseph de Orga, Madrid, 1752. Consultado el tomo I.

Santa Teresa de Jesús; Obras de Santa Teresa de Jesús; Editor Juan Oliveres, Barcelona, 1847. Está incluido en una colección titulada Biblioteca Católica.

Vicente de la Fuente; Escritos de Santa Teresa; Biblioteca de Autores Españoles, Madrid, 1861 y 1862 (tomo I y II). Es una edición comentada de las obras escritas de la santa.

Teodoro Garcia Garcia; Historia y Tradiciones de Ayllón y su Tierra; Imprime: J.V. Antonio Pérez, Madrid, 1985.

Teodoro Garcia Garcia; El Señorío de Ayllón; Edita: Ayuntamiento de Ayllón, Segovia, 2001