Un cumpleaños especial que vale por un siglo

Fuente: Sección de NOTICIAS de sanesteban.com
http://www.sanesteban.com/un-cumpleanos-especial-que-vale-por-un-siglo-2945.html


   PIQUERA DE SAN ESTEBAN - La residencia de la tercera edad Virgen del Rivero celebró un nuevo centenario, el de Elena Crespo Macarrón, natural de Piquera de San Esteban, que cumplió 100 años el pasado 4 de noviembre.

     Llegar a los cien años es la meta de muchos mayores, especialmente cuando se llega con buen estado de salud y la compañía de los suyos, por eso es un motivo de fiesta.

En la residencia de la tercera edad Virgen del Rivero de San Esteban de Gormaz han alcanzado una nueva meta: que uno de sus residentes llegue a esa cifra mítica del siglo de vida, y por eso quisieron celebrarlo con ella, con sus familiares y con el homenaje que se le rindió desde la Diputación Provincial de Soria a través del CEAS Ribera del Duero.

El pasado 4 de noviembre, Elena Crespo Macarrón cumplió cien años y aprovechando el fin de semana sus familiares se reunieron con ella y le ayudaron a soplar las cien velas, realizando una misa en la residencia y la entrega de la placa conmemorativa de manos del alcalde de la localidad y diputado provincial, Millán Miguel Román.
Elena Crespo Macarrón nació el 4 de noviembre de 1912 en la localidad de Piquera de San Esteban, una pedanía del municipio sanestebeño, como la mayor de ocho hermanos.

Hoy de esos hermanos sólo sobrevive ella.

La vida de su infancia fue dura, fue muy poco al colegio, porque a los diez años tuvo que empezar a trabajar de pastora. Aunque demostró ser una mujer tenaz y aprendió a leer y a escribir a pesar de haber abandonado las clases. Con 16 años, su trabajo en el campo se intensificó, llegando a arar la tierra, algo que entonces estaba reservado a los hombres.
Se casó y cuando su hijo el apenas era un bebé, enviaron al marido a la guerra, muriendo en el frente. Así que para sobrevivir tuvo que ponerse a coser. Casada por segunda vez, de aquel matrimonio nacieron tres hijos y con 43 años, una hija más.

Junto a su segundo marido siguió trabajando en el campo, además de atender a sus hijos y a los animales domésticos. En definitiva, no tenía tiempo para ella y los vecinos la llamaban tanto para ayudar en los partos como para amortajar a los muertos. «Una jabata» como la siguen calificando sus hijos. Hoy, Elena tiene tres hijos, tres nietos y dos biznietos, después de perder a su hijo y un nieto. Y vive en la residencia de San Esteban, donde reside desde hace 14 años. Hasta hace dos años, que perdió la movilidad, no había dejado de ir a su pueblo natal, para recordar su juventud.

Informa Ana Hernando