El obispo en cuestión era don Mateo Múgica Urrestarazu. Había nacido en el País Vasco, como muy bien se pude apreciar por sus apellidos, y era obispo de Osma desde unos pocos meses antes.
Este obispo que posteriormente ocupó otras sedes episcopales, tuvo problemas con los Regímenes de la República y el Franquismo con exilios en ambos periodos. Murió, casi centenario, a la edad de noventa y ocho años y está enterrado en la catedral de Vitoria.
La noticia la hemos encontrado en una crónica, sin autor, fechada en Piquera el día 29 de octubre de 1918 y publicada el día siguiente en el periódico El Porvenir Castellano. Según esta crónica, la visita se realizó, por sorpresa, el día 28 de octubre a las cinco de la tarde, empezando por la casa rectoral (la casa del cura). Hemos encontrado en otro escrito, fechado en Piquera el día 30 de octubre firmado por S. I. y publicado por el El Avisador Numantino del 2 de noviembre, más datos relativos a esta visita: como que llegó en automóvil y visitó y rezó en la iglesia y el cementerio, que entonces estaba contiguo a la iglesia.
En la noticia publicada por El Porvenir Castellano se indica que el obispo estaba acompañado por dos sacerdotes, al parecer familiares suyos, y de don Luis Bocos, de San Esteban. El Avisador Numantino dice que los acompañantes eran: su mayordoma y un paje, así como don Luis Hernando Bocos (este señor con mucha influencia en sanesteban había sido director de una escuela de primera y segunda enseñanza en Madrid). Nos sigue diciendo El Porvenir Castellano que además de estos tres señores, le acompañaron en la visita a los enfermos las siguientes personas de Piquera:
El Porvenir Castellano no dice nada de:
tampoco se cuenta nada de:
Asimismo consta en la noticia publicada por El Porvenir Castellano que el señor obispo dio limosnas para que los enfermos pudiesen comprar alimentos y así propiciar un más rápido restablecimiento de su salud. En la crónica del 2 de noviembre de El Avisador Numantino consta que donó la limosna, en cantidades de 15 y 20 pesetas, a los más necesitados, que lo eran: Jerónimo Crespo, Teodora del Retiro, Ana Junquera y Maximina Montejo,
Contrastando estos datos, hemos visto, en el Boletín Oficial del Obispado del día 15 de noviembre de dicho año, que las dos personas que acompañaban al señor obispo eran:
También se indica, en esta información del boletín de la diócesis, que ese mismo día el obispo estuvo visitando enfermos en Langa, Vadocondes, La Vid, Zuzones, Velilla, San Esteban de Gormaz y Peñalba de San Esteban. Al día siguiente lo hizo en otros pueblos cercanos a El Burgo de Osma.
Para ampliar información sobre esta epidemia de gripe se puede consultar la MONOGRAFÍA Epidemia de gripe en Piquera de San Esteban durante el mes de octubre de 1918.